12 mar 2013

Magia

"La literatura es magia,
 es aparecer entre la gente sin estar fisicamente,
es entrar en las almas sin tener que tocar la puerta."
-Doménico Cieri Estrada, escritor mexicano-

  Eso es lo que sentimos al leer de niños La Historia Interminable, de Michael Ende. Bastián, el niño protagonista de una de las mejores aventuras que se pueden correr, no entraba solo en el mundo de Fantasía... Nosotros lo hacíamos con él.
  Tal vez por eso, después de aquella maravillosa experiencia literaria, hemos seguido persiguiendo esa sensación con cada libro caído en nuestras manos.
    Hemos buscado la magia.
    Aparecer en un desierto, encima de una barcaza del siglo XVII, agazapados tras una estantería, a lomos de un dragón.
  Tal vez durante horas. o quizá sólo durante quince minutos, antes de que nos venza el sueño.
  Escuchar en primera fila un memorable discurso, debatir con un pastor sobre el origen de la alquimia, o emocionarse con el coraje de quien deja todo para ayudar en un orfanato indio.
  Justo antes de levantarse del sofá, o de que éste nos engulla en una siesta.

  Magia para pensar, sentir y emocionarse con alguien. Con el autor o quien tengamos a nuestro alrededor mientras leemos.
  Magia para entrar en almas pasadas, presentes y futuras. El alma de otro ser humano, de un animal o de la tierra. Entrar en un alma ficticia o real sin tener que tocar la puerta. Sólo abriendo las páginas de un libro.


 
Magia, al final, para amar, amarnos y ser felices.
  Y es que, aunque por lo general la lectura sea una actividad solitaria, como un fruto que mira hacia dentro de su vaina, su naturaleza mágica la hace germinar para que los demás también se puedan enriquecer. 
  Porque, si la lectura nos cambia, nos hace crecer, ¿cómo no va a repercutir eso en quienes nos cruzamos por el camino?

Pues eso, magia.



Gracias a Carmen por descubrirnos esta bella frase de Cieri Estrada.  

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